¿cómo podemos afectar positivamente a un buen desarrollo fetal y del embarazo?

A través de la Musicoterapia, comenzando en el momento de la concepción, el ambiente del bebé cobra vida y será ese ambiente el que vinculará a la madre con el cerebro de su hijo. La interacción con dicho ambiente es un requisito determinante, que se construye durante todo el proceso, desde los primeros días en el vientre materno.

En la actualidad se puede establecer que las experiencias en los tres primeros años de vida e incluso durante la gestación, determinan en gran medida la arquitectura del cerebro, la naturaleza y los límites de las capacidades del adulto. También se puede confirmar que una relación segura entre el bebé y sus padres o cuidadores, durante su primera etapa de vida, contribuye a una adquisición más rápida de habilidades emocionales y cognitivas. Dicha interacción no provee solo ventajas temporales sino permanentes, ya que se trata de la herramienta principal de la evolución en lo que concierne a la construcción del cerebro.

Desde los planteamientos de Jung, de las «experiencias embrionarias», hasta la actualidad se han explorado cada vez más las aptitudes sensoriales del feto y del recién nacido. Según las observaciones científicas, el feto percibe informaciones a través de todos sus sentidos, reacciona ante ellas y las memoriza. Estas percepciones estimulan y afinan el desarrollo de sus órganos sensoriales y del cerebro.

CONTINUANDO SOBRE LA MUSICOTERAPIA DESDE LA GESTACION…

Hasta hace muy poco, se podía creer que los bebés en el útero no tenían desarrollado suficientemente el cerebro como para conocer las cosas, que no tenían memoria ni conciencia de lo que vivían ,y por lo tanto, que no podían tener ninguna experiencia. Actualmente sabemos que a los tres meses de vida embrionaria, los órganos de los sentidos y correspondientes centros cerebrales ya están formados.

Durante los seis meses siguientes estos órganos y centros se especializan en su función. Mientras el corazón late antes de nacer y todos los demás sistemas vegetativos están preparados para funcionar en el momento en que se produzca una separación de la madre, en cuanto se corte el cordón umbilical, al cerebro no le ocurre lo mismo. El cerebro se desarrolla gracias a dos poderosos determinantes: las órdenes dormidas de los genes y los impulsos codificados que le proporciona el medio ambiente y que activan los sentidos. Progresivamente, gracias a estos dos factores, las funciones cerebrales se van desarrollando y la riqueza emocional e intelectual va en aumento también.

Los neurofisiólogos conceden cada día mayor atención al crecimiento de las neuronas, a la formación de nuevas células, a la mayor riqueza en prolongaciones neuronales bioquímicas y bioeléctricas que tienen lugar con singular intensidad en las primeras semanas y meses de existencia. El cerebro puede ser moldeado por las experiencias embrionarias y postnatales. Las células nerviosas establecen constantemente nuevas conexiones a medida que reciben estímulos sensoriales y le permiten al cerebro adiestrarse más fácilmente y de manera automática. Las células nerviosas del cerebro se auto-organizan cuando se han entrenado suficientemente mediante el contacto repetitivo con un estímulo concreto y son capaces de ajustarse a las percepciones.

Esta es la importancia que tiene para al familia y la sociedad la educación prenatal, la que nos propone una toma de conciencia del proceso educativo que se inicia en el momento de la concepción y que va a predisponer a ese ser a lo largo de toda la vida.

MUCHOS ESTUDIOS AVALAN POSITIVAMENTE A LA MUSICOTERAPIA…

De acuerdo a Benenzon y su última definición de musicoterapia dice: «La musicoterapia es una psicoterapia que utiliza el sonido, la música, el movimiento, los instrumentos corpóreo-sonoro-musicales y otros códigos no-verbales, acompañando el desarrollo, la elaboración y la reflexión de un vínculo o una relación entre el musicoterapeuta y otro, o un grupo de otros, con el objetivo de mejorar al calidad de vida de ellos y favorecer la integración para la sociedad» (Benenzon, 2000).

De acuerdo a Federico dice: «La musicoterapia es una especialidad paramédica, una disciplina funcional, sistemática y científica, con métodos y técnicas, que utiliza la música para mantener o rehabilitar la salud de los pacientes dentro de un proceso terapéutico. Es una disciplina funcional porque utiliza la música como medio para cumplir funciones u objetivos no musicales. Por ejemplo, mejorar la memoria, la atención, los vínculos, etcétera. Es sistemática, porque su abordaje es clínico y, por lo tanto, tiene objetivos, diagnósticos y técnicas muy específicas. Y es científica, porque se realizan investigaciones científicas con modelos sistemáticos. El objetivo principal del musicoterapeuta es mejorar al calidad de vida del paciente» (Federico 2005).

Musicoterapia y Embarazo

Musicoterapia en el embarazo

Durante el período de gestación se produce un verdadero sistema de comunicación entre la madre y su feto. Este sistema, sumamente delicado, puede sufrir perturbaciones por innumerables causas externas o internas. Situaciones traumáticas del mundo externo de la madre o factores intrínsecos del cuerpo o de la mente de la madre pueden dificultar esta relación madre-feto. Asimismo, este vinculo puede mejorarse y nutrirse. A través de técnicas musicoterapéuticas, utilizadas durante el período de gestación, se logra ayudar a la madre a descubrir y reconocer el sistema vincular, aumentando así la capacidad comunicativa entre madre y el feto. Esto permitirá un mejor parto y una óptima relación durante el primer año de vida. De esta forma se está realizando uno de los efectos psicoprofilácticos más importantes, pues se está previniendo precisamente en un período evolutivo donde se marcarán huellas definitivas para la vida ulterior del individuo.

La musicoterapia en el embarazo, también conocida con el término de musicoterapia prenatal, desarrolla su actividad dirigida a tres áreas bien definidas: la de la futura mamá, la del bebé por nacer y la vincular.

Una es la evolución del embarazo desde el punto de vista de la embarazada; la otra se orienta al desarrollo de su hijo y la última al vínculo o la relación que está surgiendo entre ambos.

El trabajo de musicoterapia durante el embarazo no sólo estimula la relación que se está gestando entre la madre y su hijo, sino que actúa sobre la relación que comienza a desarrollarse entre los que están y los que llegan. La musicoterapia prepara también a estos bebés para que lleguen de una manera diferente, pero esa preparación puede darse única y exclusivamente a través de sus padres y especialmente de su mamá. Si la madre se prepara bien para el nacimiento de su hijo, este llegará en óptimas condiciones. Abrirse y dejar salir todo lo que tienen dentro es metafóricamente lo que deberían hacer las madres, ya que en un momento no muy lejano a este en el que se encuentran, el día del nacimiento de su hijo, deberán abrirse física, mental, emocional y espiritualmente para dejar salir al ser que tienen dentro.

El proceso de musicoterapia en el embarazo se realiza en forma pausada y paso apaso, pero no es lento; por el contrario, es muy rápido, ya que el embarazo no dura nunca más de nueve meses y, en muchos casos, menos.

Toda esta preparación ayuda en momentos muy específicos. Por ejemplo, cuando la mujer comienza con su trabajo de parto o está dando a luz, le permite tener sensaciones físicas muy bien identificadas y discriminar así las zonas de dolor, si es que las hubiere, o bien sentir el recorrido que hace su hijo al atravesarla, mientras va naciendo.

La preparación con musicoterapia en el embarazo ayuda a que la primera parte del trabajo de parto se haga en el propio domicilio y a que cuando al madre llegue a internarse sólo falte un par de horas para el nacimiento. Este trabajo de toma de conciencia corporal permite mantener informada a al futura mamá, todo el tiempo, de lo que está sucediendo dentro de ella, en especial a las primerizas, que no atravesaron nunca la experiencia del parto.

Es fundamental que elaboren confianza sobre sí mismas para que, llegado el momento, esta situación no se viva con miedo, sino que sea algo esperado que hay que afrontar con valor, seguridad y confianza.

La mujer embarazada necesita dos cosas importantes: la contención yla comprensión desde el comienzo del embarazo. Esto no quiere decir que deba integrarse a grupos terapéuticos, aunque sí es muy importante que haga actividades donde participen también otras embarazadas, ya sea gimnasia, natación, yoga, musicoterapia o cualquier otra.

Para el trabajo de musicoterapia prenatal, se deben tomar los tres elementos básicos que permiten conseguir e incrementar la comunicación con el bebé por nacer. Estos son: primero, la conducción de la vibración de la música desde donde sale (del parlante o de los instrumentos musicales) hasta que llega al bebé, y cómo este al recibe – o sea, las cualidades del sonido -; segundo, las posibilidades auditivas del bebé por nacer (desarrollo auditivo, las músicas que puede oír yl as que no), cómo su aparato auditivo recibe al señal sonora y transmite esa información a su cerebro; y tercero, todo lo que le transmite la madre cuando escucha esta música desde su nivel emocional, por medio del sistema hormonal.

El musicoterapeuta prenatal que desarrolla su trabajo en el área de la obstetricia debe incluirse dentro de un equipo interdisciplinario; no puede trabajar solo. Debe compartir su trabajo con el médico obstetra, la matrona, el anestesista, el neonatólogo y las enfermeras. Hay un enriquecimiento múltiple.

El abordaje musicoterapéutico en el embarazo les brinda a las futuras mamás la posibilidad de una conexión muy especial con sus bebés por nacer. Este vínculo se fortalecerá utilizándose como recurso los efectos que tiene la música con actividades terapéuticas dentro de un contexto de contención grupal. Tal aplicación de la música mejora la calidad del embarazo, del trabajo de parto y del nacimiento del bebé, reduciendo el nivel de ansiedad de al futura mamá y el estrés neonatal. Favorece el control del dolor que sufre la madre durante las contracciones propias del trabajo de parto ydel parto mismo.

Desde lo terapéutico, la futura mamá se compenetra mucho más en las cuatro esferas fundamentales del embarazo (la física, al mental, al emocional y al espiritual), mientras que el bebé se irá relacionando con melodías que reconocerá dentro del útero y que estimularán su sistema neurovegetativo, brindándole diferentes y ricas experiencias.

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