Durante el período de gestación se produce un verdadero sistema de comunicación entre la madre y su feto. Este sistema, sumamente delicado, puede sufrir perturbaciones por innumerables causas externas o internas. Situaciones traumáticas del mundo externo de la madre o factores intrínsecos del cuerpo o de la mente de la madre pueden dificultar esta relación madre-feto. Asimismo, este vinculo puede mejorarse y nutrirse. A través de técnicas musicoterapéuticas, utilizadas durante el período de gestación, se logra ayudar a la madre a descubrir y reconocer el sistema vincular, aumentando así la capacidad comunicativa entre madre y el feto. Esto permitirá un mejor parto y una óptima relación durante el primer año de vida. De esta forma se está realizando uno de los efectos psicoprofilácticos más importantes, pues se está previniendo precisamente en un período evolutivo donde se marcarán huellas definitivas para la vida ulterior del individuo.
La musicoterapia en el embarazo, también conocida con el término de musicoterapia prenatal, desarrolla su actividad dirigida a tres áreas bien definidas: la de la futura mamá, la del bebé por nacer y la vincular.
Una es la evolución del embarazo desde el punto de vista de la embarazada; la otra se orienta al desarrollo de su hijo y la última al vínculo o la relación que está surgiendo entre ambos.
El trabajo de musicoterapia durante el embarazo no sólo estimula la relación que se está gestando entre la madre y su hijo, sino que actúa sobre la relación que comienza a desarrollarse entre los que están y los que llegan. La musicoterapia prepara también a estos bebés para que lleguen de una manera diferente, pero esa preparación puede darse única y exclusivamente a través de sus padres y especialmente de su mamá. Si la madre se prepara bien para el nacimiento de su hijo, este llegará en óptimas condiciones. Abrirse y dejar salir todo lo que tienen dentro es metafóricamente lo que deberían hacer las madres, ya que en un momento no muy lejano a este en el que se encuentran, el día del nacimiento de su hijo, deberán abrirse física, mental, emocional y espiritualmente para dejar salir al ser que tienen dentro.
El proceso de musicoterapia en el embarazo se realiza en forma pausada y paso apaso, pero no es lento; por el contrario, es muy rápido, ya que el embarazo no dura nunca más de nueve meses y, en muchos casos, menos.
Toda esta preparación ayuda en momentos muy específicos. Por ejemplo, cuando la mujer comienza con su trabajo de parto o está dando a luz, le permite tener sensaciones físicas muy bien identificadas y discriminar así las zonas de dolor, si es que las hubiere, o bien sentir el recorrido que hace su hijo al atravesarla, mientras va naciendo.
La preparación con musicoterapia en el embarazo ayuda a que la primera parte del trabajo de parto se haga en el propio domicilio y a que cuando al madre llegue a internarse sólo falte un par de horas para el nacimiento. Este trabajo de toma de conciencia corporal permite mantener informada a al futura mamá, todo el tiempo, de lo que está sucediendo dentro de ella, en especial a las primerizas, que no atravesaron nunca la experiencia del parto.
Es fundamental que elaboren confianza sobre sí mismas para que, llegado el momento, esta situación no se viva con miedo, sino que sea algo esperado que hay que afrontar con valor, seguridad y confianza.
La mujer embarazada necesita dos cosas importantes: la contención yla comprensión desde el comienzo del embarazo. Esto no quiere decir que deba integrarse a grupos terapéuticos, aunque sí es muy importante que haga actividades donde participen también otras embarazadas, ya sea gimnasia, natación, yoga, musicoterapia o cualquier otra.
Para el trabajo de musicoterapia prenatal, se deben tomar los tres elementos básicos que permiten conseguir e incrementar la comunicación con el bebé por nacer. Estos son: primero, la conducción de la vibración de la música desde donde sale (del parlante o de los instrumentos musicales) hasta que llega al bebé, y cómo este al recibe – o sea, las cualidades del sonido -; segundo, las posibilidades auditivas del bebé por nacer (desarrollo auditivo, las músicas que puede oír yl as que no), cómo su aparato auditivo recibe al señal sonora y transmite esa información a su cerebro; y tercero, todo lo que le transmite la madre cuando escucha esta música desde su nivel emocional, por medio del sistema hormonal.
El musicoterapeuta prenatal que desarrolla su trabajo en el área de la obstetricia debe incluirse dentro de un equipo interdisciplinario; no puede trabajar solo. Debe compartir su trabajo con el médico obstetra, la matrona, el anestesista, el neonatólogo y las enfermeras. Hay un enriquecimiento múltiple.
El abordaje musicoterapéutico en el embarazo les brinda a las futuras mamás la posibilidad de una conexión muy especial con sus bebés por nacer. Este vínculo se fortalecerá utilizándose como recurso los efectos que tiene la música con actividades terapéuticas dentro de un contexto de contención grupal. Tal aplicación de la música mejora la calidad del embarazo, del trabajo de parto y del nacimiento del bebé, reduciendo el nivel de ansiedad de al futura mamá y el estrés neonatal. Favorece el control del dolor que sufre la madre durante las contracciones propias del trabajo de parto ydel parto mismo.
Desde lo terapéutico, la futura mamá se compenetra mucho más en las cuatro esferas fundamentales del embarazo (la física, al mental, al emocional y al espiritual), mientras que el bebé se irá relacionando con melodías que reconocerá dentro del útero y que estimularán su sistema neurovegetativo, brindándole diferentes y ricas experiencias.